Un banco.
El banco.
Aquel desde el que se ven estos atardeceres.
El banco desde el que deseo ver el atardecer en tus ojos, cada día.
Ver pasar el tiempo junto a ti. Descubriendo tu belleza a cada segundo que pasa.
Porque lo que me enamora, es tu belleza interior, aquella que me atrajo desde el primer momento.
La misma que hace que te escuche embelesado.
La misma que hace crecer a mi yo interior.